Masajeador De Pechos

Categoría: Por SexyMel
Se supone que este es un artefacto diseñado para el bienestar de su usuaria. Viendo el video que os ponemos a continuación, más bien parece un instrumento de tortura.


Sentimos no haber podido encontrar un video de este cacharro haciéndole un masaje a Aria Giovanni, pero esto es serio.

El caso es que científicos de la compañía Beijing BUBBY Robot Technologies Co. trabajan en un masajeador para pecho con diversos usos: hacer crecer los senos, aliviarlos del dolor… aunque, vuelvo a repetir, no me parece demasiado fiable.

No sabemos su precio ni fecha de su puesta a la venta. Pero el caso es que la compañía antes citada planea vender el primer año 360.000 en China, 180.000 en el sudeste asiático y 360.000 en Europa y América. Cosa que sería terrible para cientos de miles de parejas masejeadoras de pecho vocacionales en todo el mundo.

Por cierto… ¿Alguien se imagina un masejeador similar para hombres?, ¿Debería masajear el pecho… u otra cosa?

 

Body Bouncer: Regalo Ideal Para Estas Navidades

Categoría: Por SexyMel
Trot
Flexer
Plunger
No es un juguete sexual tradicional ... puede ser utilizado por dos personas y te permite practicar todas las posturas que hay en el libro KamaSutra.

Sin baterías ni grandes alardes tecnológicos, el Body Bouncer es un juguete erótico que promete sensaciones fuertes a los se aburren con las posturas tradicionales.

Sencillo, una sillita con asiento elástico y un agujero estratégicamente colocado. Las posibilidades son enormes, como se puede ver en este vídeo-demo.

 

Encuentro en un hotel

Categoría: Por SexyMel
Sucedió hace unos meses, en un hotel con vistas al mar. Hacía muchísimo calor, aunque la subida de temperatura de mi cuerpo nada tenía que ver con el clima. Bajé del taxi y miré en dirección a la entrada, le imaginaba esperándome nervioso, porque como otras tantas veces llegaba tarde.

Subí al elevador, y presioné el botón del tercer piso, lentamente me dirigí hasta la habitación, y toque la puerta, allí estaba el, me miró y vi en sus ojos tanto deseo como debian reflejar los mios. Sin mediar palabra cerró la puerta tras de mi, y me atrapó detrás de ella, me beso con fuerza, mordiéndome los labios, acariciándolos con su lengua, introduciéndola en mi boca y jugueteando con la mía, mientras sus manos bajaban por mis costados hasta levantar mi falda. Lentamente sus besos comenzaron a bajar por mi garganta, mientras su mano derecha ascendía por la cara interna de mi muslo.

Suspiros ahogados escapaban de mi garganta, cuando sus dientes mordisquearon con delicadeza primero un pezón y luego el otro, para a continuación empezar a lamerlos y succionarlos hasta hacerme enloquecer. Su mano había alcanzado su objetivo y acariciaba lentamente los labios de mi vagina sobre el tanga, al sentirme completamente húmeda y al borde del orgasmo, paró sus dedos, para comenzar a torturarme con su deliciosa lengua.

Me lamía despacio, chupaba con intensidad mi hinchado clítoris mientras dos de sus dedos comenzaron a penetrarme, primero despacio y suave, luego mas deprisa y salvaje, mientras su lengua y mis gemidos iban al unísono. Frenética de placer me agarré de su cabello gritando en silencio que me diera más, hasta que me hizo llegar al orgasmo.

Apenas mis rodillas podían sostenerme allí de pie, el pareció notarlo y me llevó en brazos hasta la cama, me tumbó boca abajo y con una sonrisa pícara me preguntó si me apetecía un masaje, adormilada le dije que si, y comenzó a masajerame el cuello, los hombros, la espalda... El letargo desapareció cuando sus manos fueron reemplazados por su lengua, recorriendo mi espalda lentamente, se acomodó encima de mi para besarme la nuca y fue cuando noté su erección dura sobre mis nalgas. se separó un poco para quitarme la falda y el húmedo tanga, me colocó a cuatro patas y a la vez que mordía mi nuca, comenzó a masturbarme mientras me hacía sentir su hinchado pene en la abertura de mi vagina.

Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo por segunda vez fue cuando me penetró con una fuerte embestida, agarró mis pechos y comezó a salir y entrar de mi salvajemente, nuestros gemidos junto con el ruido de la cama rompían el silencio reinante. Mis jugos resbalaban por mis muslos por la intensa excitación, mientras el me penetraba más fuerte y deprisa, apoyó su cabeza en mi hombro y me susurró que no dejara de moverme, que estába a punto, eso me excitó tanto que llegué al orgamo casi de inmediato, entonces intensificó el ritmo hasta llegar el y derramar su semen en mi interior.

Esa fue la última vez que lo hicimos, pero su recuerdo sigue vivo dentro de mi.
 

Sexo en el avion

Categoría: Por Sexy girl

En las imagenes verán una guía práctica de como tener sexo en el avion, a mi juicio esto se puede aplicar también a cualquier método de transporte que posea un baño e implique tediosas horas de viaje. Las imagenes no tienen nada de originales, pero no debemos olvidar que estos baños suelen ser muy pequeños, limitando nuestros movimientos dentro del mismo.

Debido a que el uso mismo del baño no puede tomar mucho tiempo, sino despertaran la curiosidad del resto de los pasajeros o auxiliares de vuelo, recomendamos que el precalentamiento sea en sus asientos.

Esperamos esto les sirva como material pedagógico y que lo pongan en practica. Si alguno se le despertó la imaginación o ha vivido esta experiencia le agradeceríamos deje su comentario, para ayudar a nuestro mejor desempeño y placer sexual.





 

Historias de Baño

Categoría: Por Sexy girl

MI PRIMER BESO

Fue hace varios años. Un día X, con algunos amigos de escuela nos fuimos a celebrar a la casa de turno después de clases, entre estos estaba Andrés, mi mejor amigo en ese entonces, un chico guapo con experiencia en temas sexuales y gran aceptación con las mujeres, ya no recuerdo que celebrábamos, aunque por ese tiempo no necesitábamos excusas para tomarnos un trago y fumar algo de dudosa procedencia. No se bien que fue, si el calor, el alcohol, la edad, o el notable deseo del uno por poseer al otro. A pesar de ser tan buenos amigos siempre sentí que había una tensión sexual entre nosotros, una constante inquietud por descubrir al otro en la intimidad, el asunto es que ahí estábamos, durante todo el festejo nos miramos coquetamente, de vez en cuando lograba hacerme sentir incomoda y evitaba su mirada, pero llegado un momento sentí que ya no daba mas.

Busque su mirada y luego me dirigí al año, no sabia bien lo que hacia, ni lo que esperaba obtener, después de todo yo ni siquiera había besado a un hombre, mucho menos tenido sexo, lo cierto es que solo seguí mi impulso. Cuando estuve cerca del baño me detuve, no estoy segura si para recapacitar o para esperarlo. Respire profundo e intente dar marcha atrás, pero en ese momento sentí su cuerpo en mi espalda y su respiración que ya era agitada casi jadeante. Me rodeo la cintura y apretó hacia el, pude sentirlo agitado mientras sentía su respiración en mi oído y abultarse su entrepierna, yo solo conseguí cerrar los ojos e instintivamente humedecí mis labios mientras sujetaba su brazo, el mismo con el que él me sujetaba a mi. En ese momento sentimos voces acercarse adonde nosotros estábamos, yo no conseguía moverme, estaba por primera vez sintiendo de esa forma a un hombre y no estaba en mis planes dejar de hacerlo. Con la mano que él tenía libre abrió la puerta del baño y nos metimos ahí sin cambiar la posición. Alejándose un poco de mi, lo suficiente para dejar de sentir su bulto, cerro la puerta tras de sí. Me voltee lentamente y lo mire con un poco de pudor, aún podíamos escuchar a nuestros amigos fuera del baño, me hizo una seña para que guardara silencio, yo ya comenzaba a temblar

En un segundo pensé que nada de eso estaba pasando, me parecía muy extraño, el chico al que estaba deseando tanto, era mi mejor amigo, el mismo que tantas veces había tenido a mi lado abrazándome y aconsejándome por algún problema. Salí de ese trance cuando vi que puso el seguro a la puerta y se acerco a mi, me tomo de la hebilla del pantalón y me acerco a el, su cara estaba junto a la mía, beso suavemente mis labios y luego se alejo un poco, sin soltarme, con la otra mano acaricio mi rostro y paso sus dedos por mis labios buscando mi lengua. Reí nerviosamente y apoye mi cabeza en su hombro, tranquila, me dijo – no pasara nada que tú no quieras. Pero el no sabia que era precisamente eso lo que me asustaba, no estar segura de que era exactamente lo que yo quería en ese momento.

No fui capaz de pronunciar palabra alguna y mientras yo seguía en la misma posición, sentí que sus manos comenzaban a acariciarme, primero por mi espalda, hasta llegar a mi trasero, el besaba mi mejilla buscando mi boca, ya no me resistí mas y me deje llevar. Pude sentir mejor sus labios, y su lengua buscando la mía, cosa que no tardo en ocurrir. Era mi primer beso, sensaciones nuevas y que me encantaban. Podía sentir su mano en uno de mis muslos y la otra acercarse a uno de mis senos y acariciarlos lentamente por sobre la ropa. Claramente me estaban pasando cosas, mi respiración era cada vez mas jadeante, sentía mi cuerpo temblar a cada caricia suya. No podía dejar de besarlo, me encantaba sentir su lengua jugueteando con la mía, su respiración agitada y su entrepierna abultarse cada vez más y era por mi.

Sus caricias comenzaron a hacerse cada vez mas intensas, y me recorrían cada vez más al no negarme, sentí su mano acariciar mi pezón, no se en que momento logro deshacerse de mi sujetador. Lo que dejaba en claro su experiencia o tal ves mi inexperiencia. Luego inclinó su cabeza quedando frente a mis senos, para luego besarlos ardientemente, podía sentir un calor inmenso en mi entrepierna cuando el se apego fuertemente a mi, dejándome sentir su gran erección. No pude resistirlo y comencé a emitir pequeños gemidos, excitándome cada vez más al oír su respiración y sentir todo su cuerpo arder al igual que el mío. Luego de besar mis pechos y lamer mis pezones volvió a besar mis labios mordisqueándolos, para dirigir su mano a mi entrepierna por sobre el pantalón. Lo sobó lentamente, escapándoseme un gran suspiro, intentaba pronunciar palabras pero el placer que me producía no me lo permitía. Cuando estuve a punto de lograrlo el tomo mi mano y la dirigió a su entrepierna, haciéndome apretarlo para sentirlo bien, y luego llevo mi mano dentro de su pantalón, no llevaba ropa interior así que llegue a su erecto pene de inmediato, que sensación mas exquisita, su pene duro, erecto, caliente y palpitante, por mi y para mi. Él sabía de mi inexperiencia así que dirigió mis movimientos, no sabía muy bien de medidas en ese entonces, de hecho no había tenido ninguno tan cerca, menos en la mano, así que me impresiono. Ahora puedo decir que no era la gran cosa, el también era muy joven, puedo (mediante otras experiencias con el) asegurar que mejoró con el tiempo, pero de eso les contaré mas adelante, Como les decía, el dirigía mis movimientos, mientras con la otra mano buscaba mi vagina. Cuando llego a la ropa interior, y la acaricio sobre estos deslizando un dedo entre los labios, sentí una explosión riquísima dentro mío, estaba claro que el sentía mi humedad, y que eso me había gustado, porque me sonrió y besó fuertemente soltando mi mano para dejarla moverla libre en su pene, luego la dirigió a uno de mis senos masajeándolo fuertemente, mientras metía su mano bajo mi tanga, ¿te gusta eso?-me pregunto, cerré instintivamente mis ojos y solo pude asentir con la cabeza mientras buscaba su boca para besarlo y luego la quito. A mi también me gusta lo que tu haces-me dijo, mientras cerraba los ojos y sentía su respiración agitarse mas y mas, luego de un momento me pidió que parara, sino terminaría eyaculando, quito mi mano de su pene, y me la puso en su cadera para luego dirigir nuevamente su mano a mi vagina, pero esta vez intentó bajar mis pantalones y tanga para tener la zona libre. Lo deje hacer por un momento, vaya que si me gustaba lo que hacia, pero cuando sentí su pene erecto acercarse a mi vagina lo detuve, el beso mi frente y me tomo del mentón para levantar mi cara, ¿no quieres? Si no quieres esta bien- me dijo. No, no así al menos-le dije. No te preocupes, no pasa nada, subió mis pantalones agregando que tendría que hacer algo por el, Estoy muy caliente-me dijo. Mientras llevo nuevamente mi mano a su pene, mastúrbame-me dijo. Mientras se ponía de costado al lavabo y me abrazaba. Yo comencé a pajearlo, conforme lo hacía sentí como su cuerpo se estremecía y sus piernas se debilitaban. El puso su otra mano sobre la mía para acelerar mi movimiento y me estrechaba cada vez más a su cuerpo, apoyando su cara al lado de la mía, quedando su boca en mi oído, comenzó a gemir, yo no podía dejar de mirar su pene mientras lo pajeaba cada vez más rápido según su mano me lo indicaba, lo hice hasta que eyaculó sobre el lavabo. En ese momento el soltó mi mano permitiéndome liberar su pene y dejo de presionarme a su cuerpo. Limpió su pene y el lavabo del semen que había liberado, para no dejar rastro de lo que ahí había pasado. Nos repusimos y volvimos a besar una vez mas, no pudimos evitar sonreírnos. Nos acercamos a la puerta para cerciorarnos de que no había nadie cerca que nos descubriera saliendo juntos del baño, no oímos nada así que el abrió la puerta, antes de salir me juro que algún día repetiríamos la experiencia, pero completaríamos el rito. Yo me sonreí sin que el se diera cuenta, lo que mas deseaba era que así fuera. Por otro lado no podía creer que mi primer beso, haya sido también mis primeras caricias, mucho menos que haya terminado de esa manera.

El resto de la tarde fue de miradas y sonrisas cómplices. Me sentía muy extraña y feliz. Nuestra amistad cambio desde ese entonces, nunca mas fue lo mismo, pero eso era algo que supe desde el momento que entramos en ese baño.

No paso mucho tiempo para que la experiencia se repitiera, los baños se hicieron un lugar frecuente para nosotros, pero de eso les cuento en otra ocasión.

Los invito a compartir con nosotras sus experiencias en los baños. Quien sabe y sirve como material pedagógico para otros


 
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