Sexo en el avion

Categoría: Por Sexy girl

En las imagenes verán una guía práctica de como tener sexo en el avion, a mi juicio esto se puede aplicar también a cualquier método de transporte que posea un baño e implique tediosas horas de viaje. Las imagenes no tienen nada de originales, pero no debemos olvidar que estos baños suelen ser muy pequeños, limitando nuestros movimientos dentro del mismo.

Debido a que el uso mismo del baño no puede tomar mucho tiempo, sino despertaran la curiosidad del resto de los pasajeros o auxiliares de vuelo, recomendamos que el precalentamiento sea en sus asientos.

Esperamos esto les sirva como material pedagógico y que lo pongan en practica. Si alguno se le despertó la imaginación o ha vivido esta experiencia le agradeceríamos deje su comentario, para ayudar a nuestro mejor desempeño y placer sexual.





 

Historias de Baño

Categoría: Por Sexy girl

MI PRIMER BESO

Fue hace varios años. Un día X, con algunos amigos de escuela nos fuimos a celebrar a la casa de turno después de clases, entre estos estaba Andrés, mi mejor amigo en ese entonces, un chico guapo con experiencia en temas sexuales y gran aceptación con las mujeres, ya no recuerdo que celebrábamos, aunque por ese tiempo no necesitábamos excusas para tomarnos un trago y fumar algo de dudosa procedencia. No se bien que fue, si el calor, el alcohol, la edad, o el notable deseo del uno por poseer al otro. A pesar de ser tan buenos amigos siempre sentí que había una tensión sexual entre nosotros, una constante inquietud por descubrir al otro en la intimidad, el asunto es que ahí estábamos, durante todo el festejo nos miramos coquetamente, de vez en cuando lograba hacerme sentir incomoda y evitaba su mirada, pero llegado un momento sentí que ya no daba mas.

Busque su mirada y luego me dirigí al año, no sabia bien lo que hacia, ni lo que esperaba obtener, después de todo yo ni siquiera había besado a un hombre, mucho menos tenido sexo, lo cierto es que solo seguí mi impulso. Cuando estuve cerca del baño me detuve, no estoy segura si para recapacitar o para esperarlo. Respire profundo e intente dar marcha atrás, pero en ese momento sentí su cuerpo en mi espalda y su respiración que ya era agitada casi jadeante. Me rodeo la cintura y apretó hacia el, pude sentirlo agitado mientras sentía su respiración en mi oído y abultarse su entrepierna, yo solo conseguí cerrar los ojos e instintivamente humedecí mis labios mientras sujetaba su brazo, el mismo con el que él me sujetaba a mi. En ese momento sentimos voces acercarse adonde nosotros estábamos, yo no conseguía moverme, estaba por primera vez sintiendo de esa forma a un hombre y no estaba en mis planes dejar de hacerlo. Con la mano que él tenía libre abrió la puerta del baño y nos metimos ahí sin cambiar la posición. Alejándose un poco de mi, lo suficiente para dejar de sentir su bulto, cerro la puerta tras de sí. Me voltee lentamente y lo mire con un poco de pudor, aún podíamos escuchar a nuestros amigos fuera del baño, me hizo una seña para que guardara silencio, yo ya comenzaba a temblar

En un segundo pensé que nada de eso estaba pasando, me parecía muy extraño, el chico al que estaba deseando tanto, era mi mejor amigo, el mismo que tantas veces había tenido a mi lado abrazándome y aconsejándome por algún problema. Salí de ese trance cuando vi que puso el seguro a la puerta y se acerco a mi, me tomo de la hebilla del pantalón y me acerco a el, su cara estaba junto a la mía, beso suavemente mis labios y luego se alejo un poco, sin soltarme, con la otra mano acaricio mi rostro y paso sus dedos por mis labios buscando mi lengua. Reí nerviosamente y apoye mi cabeza en su hombro, tranquila, me dijo – no pasara nada que tú no quieras. Pero el no sabia que era precisamente eso lo que me asustaba, no estar segura de que era exactamente lo que yo quería en ese momento.

No fui capaz de pronunciar palabra alguna y mientras yo seguía en la misma posición, sentí que sus manos comenzaban a acariciarme, primero por mi espalda, hasta llegar a mi trasero, el besaba mi mejilla buscando mi boca, ya no me resistí mas y me deje llevar. Pude sentir mejor sus labios, y su lengua buscando la mía, cosa que no tardo en ocurrir. Era mi primer beso, sensaciones nuevas y que me encantaban. Podía sentir su mano en uno de mis muslos y la otra acercarse a uno de mis senos y acariciarlos lentamente por sobre la ropa. Claramente me estaban pasando cosas, mi respiración era cada vez mas jadeante, sentía mi cuerpo temblar a cada caricia suya. No podía dejar de besarlo, me encantaba sentir su lengua jugueteando con la mía, su respiración agitada y su entrepierna abultarse cada vez más y era por mi.

Sus caricias comenzaron a hacerse cada vez mas intensas, y me recorrían cada vez más al no negarme, sentí su mano acariciar mi pezón, no se en que momento logro deshacerse de mi sujetador. Lo que dejaba en claro su experiencia o tal ves mi inexperiencia. Luego inclinó su cabeza quedando frente a mis senos, para luego besarlos ardientemente, podía sentir un calor inmenso en mi entrepierna cuando el se apego fuertemente a mi, dejándome sentir su gran erección. No pude resistirlo y comencé a emitir pequeños gemidos, excitándome cada vez más al oír su respiración y sentir todo su cuerpo arder al igual que el mío. Luego de besar mis pechos y lamer mis pezones volvió a besar mis labios mordisqueándolos, para dirigir su mano a mi entrepierna por sobre el pantalón. Lo sobó lentamente, escapándoseme un gran suspiro, intentaba pronunciar palabras pero el placer que me producía no me lo permitía. Cuando estuve a punto de lograrlo el tomo mi mano y la dirigió a su entrepierna, haciéndome apretarlo para sentirlo bien, y luego llevo mi mano dentro de su pantalón, no llevaba ropa interior así que llegue a su erecto pene de inmediato, que sensación mas exquisita, su pene duro, erecto, caliente y palpitante, por mi y para mi. Él sabía de mi inexperiencia así que dirigió mis movimientos, no sabía muy bien de medidas en ese entonces, de hecho no había tenido ninguno tan cerca, menos en la mano, así que me impresiono. Ahora puedo decir que no era la gran cosa, el también era muy joven, puedo (mediante otras experiencias con el) asegurar que mejoró con el tiempo, pero de eso les contaré mas adelante, Como les decía, el dirigía mis movimientos, mientras con la otra mano buscaba mi vagina. Cuando llego a la ropa interior, y la acaricio sobre estos deslizando un dedo entre los labios, sentí una explosión riquísima dentro mío, estaba claro que el sentía mi humedad, y que eso me había gustado, porque me sonrió y besó fuertemente soltando mi mano para dejarla moverla libre en su pene, luego la dirigió a uno de mis senos masajeándolo fuertemente, mientras metía su mano bajo mi tanga, ¿te gusta eso?-me pregunto, cerré instintivamente mis ojos y solo pude asentir con la cabeza mientras buscaba su boca para besarlo y luego la quito. A mi también me gusta lo que tu haces-me dijo, mientras cerraba los ojos y sentía su respiración agitarse mas y mas, luego de un momento me pidió que parara, sino terminaría eyaculando, quito mi mano de su pene, y me la puso en su cadera para luego dirigir nuevamente su mano a mi vagina, pero esta vez intentó bajar mis pantalones y tanga para tener la zona libre. Lo deje hacer por un momento, vaya que si me gustaba lo que hacia, pero cuando sentí su pene erecto acercarse a mi vagina lo detuve, el beso mi frente y me tomo del mentón para levantar mi cara, ¿no quieres? Si no quieres esta bien- me dijo. No, no así al menos-le dije. No te preocupes, no pasa nada, subió mis pantalones agregando que tendría que hacer algo por el, Estoy muy caliente-me dijo. Mientras llevo nuevamente mi mano a su pene, mastúrbame-me dijo. Mientras se ponía de costado al lavabo y me abrazaba. Yo comencé a pajearlo, conforme lo hacía sentí como su cuerpo se estremecía y sus piernas se debilitaban. El puso su otra mano sobre la mía para acelerar mi movimiento y me estrechaba cada vez más a su cuerpo, apoyando su cara al lado de la mía, quedando su boca en mi oído, comenzó a gemir, yo no podía dejar de mirar su pene mientras lo pajeaba cada vez más rápido según su mano me lo indicaba, lo hice hasta que eyaculó sobre el lavabo. En ese momento el soltó mi mano permitiéndome liberar su pene y dejo de presionarme a su cuerpo. Limpió su pene y el lavabo del semen que había liberado, para no dejar rastro de lo que ahí había pasado. Nos repusimos y volvimos a besar una vez mas, no pudimos evitar sonreírnos. Nos acercamos a la puerta para cerciorarnos de que no había nadie cerca que nos descubriera saliendo juntos del baño, no oímos nada así que el abrió la puerta, antes de salir me juro que algún día repetiríamos la experiencia, pero completaríamos el rito. Yo me sonreí sin que el se diera cuenta, lo que mas deseaba era que así fuera. Por otro lado no podía creer que mi primer beso, haya sido también mis primeras caricias, mucho menos que haya terminado de esa manera.

El resto de la tarde fue de miradas y sonrisas cómplices. Me sentía muy extraña y feliz. Nuestra amistad cambio desde ese entonces, nunca mas fue lo mismo, pero eso era algo que supe desde el momento que entramos en ese baño.

No paso mucho tiempo para que la experiencia se repitiera, los baños se hicieron un lugar frecuente para nosotros, pero de eso les cuento en otra ocasión.

Los invito a compartir con nosotras sus experiencias en los baños. Quien sabe y sirve como material pedagógico para otros


 
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